lunes, 15 de marzo de 2010

Vino y Arena





Es un domingo de julio


atrás

quedó el campo

el acero

y la feria

aquí

solo clarines y cantos

risas

arena


el cuenco en la mano

el pan a la diestra

el vino en el cuenco

sol

risas

arena


hombres mujeres

niños y césares

se rozan

ríen

y se besan


en la elipse de arena

el hombre y la bestia

se miran

se miden

se eluden


el esclavo

suda

retrocede

espera


la fiera

da un salto

y golpea

a su presa


en las gradas llenas

hombres mujeres

niños y césares

se excitan


el Juego comienza

Fiesta de los Muertos


la tarde agoniza

el cuenco en el suelo

martes, 9 de marzo de 2010

Trinchera

“Nos faltan mil metros de barro y escarcha. Somos unos veinte los encargados de bombardear la trinchera… ¡como si fuésemos suficientes!… A marcha lenta, zigzagueando, avanzamos agachados, la caminata sobre la nieve nos deja con pocas fuerzas. Algunos se arrastran, los capotes se derrumban desplegados, como si estuvieran exhaustos, como si pudieran ocultar la muerte.
-El suelo se hunde y me traga, me paraliza, me vence, en el fondo, el agujero está lleno de agua, siento palpitar el muslo herido, creo que sangra, aprieto el fusil contra el pecho para apoyar la culata en un resto de madera podrida y pruebo usarlo de palanca. No me sostiene-
Enseguida los estruendos sacuden el campo, después, las voces que se acercan, que se apagan”

Testimonio de un soldado italiano extraído de “Historias de Guerra” Tomo II.