lunes, 28 de septiembre de 2009

Mi parque Jurásico


Por: María Florencia Lopez








A quien fue mi padre



Convivir con ese tipo de dinosaurios no era algo que me aterrara. Siempre entendí que era yo el fenómeno por tener piel más blanca y menos rugosa y unos cuantos menos metros de estatura.

La casa era gigantete, techos muy altos y patio amplio; los yuyos abundaban como así también los árboles. Las habitaciones contiguas y no tenía pieza sola. El baño: un acueducto que rara vez limpié.

De esos requerimientos típicos de alimentación, espacio vital e higiene surgieron los primeros inconvenientes familiares. Las más largas discusiones se basaban fundamentalmente en la "hoja".

Madre era una Triptus- vegetariana- que usualmente comía del duraznero de la derecha del patio de casa. Tenía dos hermanas yo - vegetarianas también- por convicción ellas; y habían aprendido a alimentarse como Madre de las mismas delicias. A mí eso me parecía horrible, repugnante, o demasiado puro.

De todo ese complementeo alcanzable tenía varios - árboles digo- de diferrentes frutas, con sabores casi todos amargos; y los había provado sí, más de una vez en alguna noche. Sin embargo, despúes, no podía evitar colgarme de La Reja, siempre de este LA-DO que separaba mis casas de los carnívoros salvajes.

Madre tenía toda la calidez de una vegetariana e insistía sobre mí con cursos de desgustación y cosas que ya he olvidado. Insisto: yo me sentía culpable porque no me gustaran las plantas. Varias veces mis hermanas - mayores no dije- me invitaban a sus aventuras del sabor, pero no; rara vez yo sedía.

Un día, bastante soleado por cierto, cosa que no era costumbre en El Parque, los reuní a todos; me paré un poquito más firme que lo de costumbre, (mi columna vertebral estaba reforzándoce, aunque yo sabía que nunca alcanzaría sus alturas) y dije titubeando si: " Me gusta lo rojo", "me gusta la carne".

El escánadalo fue el previsible, tal vez un poco menos de Madre que del resto; auque pude observar en su cara esa especie de decepción sin consuelo cuando uno dio su vida por los hijos para que despúes se vayan del lado de los salvajes.
El exilio fue inmediato, tanto que no dejó margen para el dolor ni la nostalgia, ni la melancolía ni un puto verde recuerdo.







MFL
http://florflorlopez.blogspot.com

10 comentarios:

Anónimo dijo...

Flor, me gustó mucho lo de sentirte culpable por no gustarte las plantas y lo de discusiones en torno a "hoja"·.

Como decir, puedo decir que la primera me parece está buena a modo de anclaje para todo el texto y que la segunda me hizo pensar en una imagen sumamente divertida.

Besos!
Maru

Florencia dijo...

La primera de q?

jaja

gracias maru! :D

Hora Ferreyra dijo...

Una locura tu parque, Flor... ya te lo dije en tu blog!

Muy bueno.

Anónimo dijo...

Uy no se entendió nada, recién lo releí y me di cuenta. La primera se refería a la idea de sentirte culpable por no gustarte las plantas y la segunda a lo que me imaginé visualemnte sobre discusiones en torno a hoja.

besos, flor

Lukaka dijo...

Muy lindo Flor. Me hace particularmente gracia "La Reja". No puedo evitar sonreír al imaginar a un dinosaurio mirando al otro lado de una -lo que parece ser- insignificante reja cuando podría de una vez y para siempre pisarla y mandarla a mejor vida. Lindo! Lucas

Pablo Natale dijo...

Comentarios sobre la "exterioridad del texto", algo que estéticamente me interesa muchísimo.
1) Por qué la foto, por qué esa foto? En el texto de Majo la relación que encuentro entre texto y foto es bien diferente a lo que pasa acá.
2) El comentario. Me hace ruido. Pero es como una contracara lejana del texto hacia la que se lo puede llevar. Pienso, para mís adentros: "funciona!".
3) Por qué firmar un texto al principio y al final? (tanto 1 como 3 son, realmente, preguntas).

Florencia dijo...

REspuesta a tus preguntas:

3. Firmé dos veces el texto porq antes de poner las etiquetas (de descubrir como poner las etiquetas) no sabía como diferenciar los textos. La firma de abajo es la usual mía que siemrpre uso en mi blog.

1. La foto: una de esas tantas más casualidades. En realidad el de la foto es mi hermano y eso ni siquiera es una reja. Esta bueno me parece hablar de dinosaurios personificándolos pero hablar de dinosaurios y poner una foto de personas esta mucho mejor.

2. La frase.. la frase se me ocurrió en el baño. Mi hermano el de la foto es muy parecido de cara a mi padre. Y nunca logré escribir nada más que alguans frases sobre mi padre y mi padre esta muerto. Nose si por eso pero ahí quedó la frase.
(tampoco me importaría si no funciona)

Majo Arrigoni dijo...

Flor, me senté de nuevo a leer lo tuyo (digo, de nuevo porque ya lo habías leído en el taller).
en primer lugar, me gusta mucho cómo leés o no sé si tu voz y entonación que parece de película o de dibujito animado (espero que no te ofenda ésto, a mí me parece genial). Este cuento me gusta más cuando lo leés vos.
El final me parece un poco apresurado comparado con el nivel de descripción y el ritmo con lo que se cuenta todo lo demás.
Me gusta cómo describis y decoras las cosas, les das muchísimo color al relato.

Florencia dijo...

GRacias Majo, no me ofende lo de la voz para nada al contrario creo q sos la primera persona que me dice que le gusta como leo lo cual lo tomo como un alago porq ya me había hechado un poco atrás en eso de leer, porq todo el mundo me decía que leo mal.

En fin, me gustan mucho tus críticas porque tenes la capacidad de ser altamente detallista lo cual a mi me cuesta muchísimo. y si es cierto lo que decís del final. A mi me pasó lo mismo incluso cuando lo leí en el taller me pasó lo mismo, trate de darle más intensidad al momento de cuando se proclamaba frente al resto de los dinosaurios pero es cierto que en una parte del texto le faltan cosas y debería continuarlo.

Florencia dijo...

Ahora si la vida fuera más larga y el tiempo no existiera me encantaría q leyeras todos mis textos del otro blog y q comentaras /y comenteran sus criticas sobre ellos. Porque realmente y quedándome con lo que hablamos con Clara es cierto enriquese mucho más que mucho