...y así el chinito sobre el tejado se perdió en el cielo neuquino, admirando el atardecer sobre el Mari Menuco, hasta que recordó que ni recordar podía, por ser chimenea y no chinito, pero aún así desafió a quien lo viera a no caer en la trampa de volver a verlo como el chinito que se pierde en el atardecer del cielo neuquino, trampa que tal vez le permitiría volver una y otra vez a ser el chinito sobre el tejado que se pierde en el cielo neuquino y admira el atardecer sobre el Mari Menuco, hasta ese siempre injusto final en que recuerda que ni recordar puede por ser chimenea y no chinito...
3 comentarios:
La foto es genial y cómo de ahí tomás la idea del chinito ... muy bueno che.
Saludos!
Gracias Luquete!
Lo veo como la introducción a un texto mayor (donde sigue con vida el chinito y la foto se hace cada vez menos necesaria).
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