martes, 13 de octubre de 2009

La importancia del cómo y el por qué

Blanca se sienta a la mesa.
Sus padres la esperaban hacía ya unos minutos.
Al verle la expresión en la cara
no le reprochan que se haya tardado.
Hablan entre ellos para romper el silencio.
Blanca corta la carne con la mirada perdida.
De pronto su padre
pregunta qué tal anoche
y ella rompe en un llanto nervioso.
Ambos respiran profundo.
Blanca se tapa la cara con las manos.
Su padre -como siempre-
le dice que no se ofende si no quiere contar.
Su madre -como siempre-
le pregunta qué pasó.
Blanca se siente agobiada,
le aturde cada palabra,
le incomodan las miradas
que imagina aunque no ve;
le molesta el mantel
floreado, rosa, verde,
la ironía en los motivos,
y el modo en que están dispuestos
los lugares de sus padres
y el de ella
en torno a la mesa.
Blanca se queda callada,
se quita las manos de la cara…
y dice
nada,
después dice no sé,
y finalmente cuenta todo.
Blanca no llora por amor.
Tampoco entiende muy bien por qué llora
pero a esto no puede decirlo.
Entonces les habla de Negro,
del desencuentro de la noche anterior,
y del infeliz desenlace de un mal entendido.
Blanca se culpa sin culpa,
se siente inocente.
Su padre le pregunta cómo
y ella responde no sé.
Su madre pregunta por qué,
y ella responde
no sé.
Blanca sólo quiere llorar.
Quisiera vomitar pero no puede.
Le duele la garganta, las manos,
las hojas en blanco…
Le duele las calles del barrio,
el cielo cuadrado desde su jardín,
las mañanas oscuras,
las ventanas,
y el único cd que lleva en el auto,
ese de color blanco
con una leyenda escrita a mano
que señala la canción
que sueña
con destinos inciertos…

Ella también quiere un pasaje a cualquier lugar.




Majo Arrigoni

2 comentarios:

Clara dijo...

Hola Mjo, me parece una descripción bastante limpia de la escena, los personajes parecen frágiles, el nombre Blanca actúa como descripción del personaje. Algo ronda toda la situación, una atmósfera nostálgica pero no se termina de saber muy bien. No me gusta la repetición de la respuesta de ella 'no sé', no me gusta la respuesta 'no sé', me recuerda demasiado al personaje de Capussotto. Un abrazo. Clara

Lukaka dijo...

Me gustó Majo. Así, a secas.
Me gustó también el "Tampoco entiende muy bien por qué llora, pero a esto no puede decirlo.", sobretodo porque alguna vez me ha sucedido no poder explicar por qué me sucede o siento algo ... está bien. Un beso, hasta el jueves.